martes, noviembre 15, 2005

Pamela Jiles

Absurdos. Inútiles. Pérfidos.
Así son los argumentos de Sergio Reisenberg para despedir a la periodista Pamela Jiles de TVO.
Son los mismos argumentos baladíes que sostienen una cierta plasta de conductores de la tele. Creen pasar piola.
La libertad de prensa se ha convertido, desgraciadamente, en un tema.

Por lo demás, ¿Quién ve TVO?

7 comentarios:

  1. Anónimo3:39 p.m.

    Déjalos que se cocinen en su sopa. Lo peor es alertarlos. Es mejor que no se den cuenta. Se están quedando solos. Déjalos.
    Se están quedando solos.

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  2. Yo veo TVO

    Desde ahora jajaja.

    Es una estupidez lo del despido. La señora Jiles, sin ser mi persona favorita es bastante más despistada que el promedio de la TV, es una pérdida que no esté y una injusticia lo de su despido.

    Si hubiera salido en la franja de la UDI a lo más se arma una polémica y se le piden explicaciones por parte de otros medios (oportunistas, por cierto).

    ¿O nos olvidamos de el Señor de las Ollas?

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  3. Cristóbal:
    A los periodistas no se les puede exigir necesariamente prescindencia o abstracción; se les debe exigir otra cosa: se les debe exigir que entreguen información oportuna, veraz e imparcial, sin censura. Es decir, que hagan su trabajo bien. Como a cualquiera, o en cualquier profesión: la persona es evaluada por sus méritos profesionales. (no importa su opinión electoral, o religiosa, o musical o deportiva o sexual).
    ¿Cuál es tú temor de que los periodistas tengan opiniones?
    Tu divergencia, si la proyectamos, puede llevar a una sociedad integrista, impúdica y de doble estándar.

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  4. Es más creíble una persona con convicciones y opiniones propias, así el observador puede evaluar mejor las opiniones del periodista y sus posibles intenciones.

    Aparte de eso, se nos olvida la labor de INFORMAR del profesional, la que está alejada de sus preferencias personales. Últimamente al televidente se le da el producto "masticado" por reporteros que dan falsas credenciales de objetividad, ocultando sus tendencias políticas, religiosas, etc. ¿El ocultarlas los hace más veraces, más creíbles? ¿La señorita Santamaría es más objetiva porque oculta su preferencia hacia la derecha?

    Creo que la honestidad está subvalorada en pos de otros "valores" y eufemismos que no son más que la sombra de métodos que atentan contra el pensamiento libre e informado.

    Si Mauricio Israel aparece en una publicidad de la UDI, Jorge Hevia en una de RN, Santamaría apoyando a Lavín es porque tienen convicciones, lo cual es algo positivo. No creo que por eso deban perder su trabajo o dejar de conducir un programa político: dichas preferencias las tienen independientemente del hecho de participar o no en la campaña.

    Entonces, lo que quieren impedir es que EXPRESEN sus preferencias.

    ¿Libertad de expresión?

















    Ya, dejo hasta aquí mis divagaciones...

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  5. Anónimo11:53 a.m.

    No, pues. Si la hueona es rostro e imagen corporativa de una empresa (TVO), no puede serlo de otra empresa (en la campaña de Tomás Hirsh, termina apareciendo en todos los otros canales de TV).

    Al menos debería haber pedido permiso para aparecer en las pantallas de otra empresa que no era la propia.

    Justifico su despido. En cualquier otra empresa lo habrían hecho.

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  6. Cristobal:
    Consulté con varias eminencias académicas como David R. Boldt, periodista estadounidense y profesor universitario y Premio Pulitzer y Rosental Calmon Alves de la Cátedra Knight en Periodismo Internacional en la Universidad de Texas, Austin.
    Y mira que curioso, todos comparten mi opinión.
    ¿Cómo puede ser tanta contradicción?

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  7. Anónimo12:29 p.m.

    Se inicia juicio por despido "ideológico" en El Siglo


    El 24 de octubre, se inició en el 7º Juzgado del Trabajo el juicio por el despido de Arnaldo Pérez Guerra del Semanario El Siglo. La primera acción de la empresa fue solicitar un “aplazamiento”, que el tribunal determinó en seis meses.

    Pérez Guerra fue despedido el 5 de enero de 2005, a cinco días de aparecer publicado en Libertad el artículo "Despidos, prácticas antisindicales, no pago de sueldos y deudas previsionales en la CUT...". Pérez se desempeñó como redactor en dicho medio de comunicación del Partido Comunista por 5 años y dos meses. En el artículo en cuestión, Pérez Guerra criticaba la actitud del Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el socialista Arturo Martínez, y la del dirigente del Partido Comunista, Guillermo Salinas -Tesorero de la Central-, en relación a los graves problemas laborales y prácticas antisindicales al interior de la multisindical, según la denuncia del presidente del Sindicato de Trabajadores de la CUT, Mario Bascuñán.

    Lamentablemente, el Semanario El Siglo viola los derechos de sus trabajadores y las leyes laborales vigentes. En un principio, se arguyó como motivo de su despido una "reestructuración económica". El abogado Pedro Aravena, actual candidato del Pacto Juntos Podemos por Rancagua, y su procuradora, han ofrecido a Pérez una “indemnización” que no cubre la demanda. Contradictoriamente, Claudio De Negri Quintana, ex director de El Siglo y representante legal de la Editorial Siglo XXI Ltda., que lo imprime, señaló al Tribunal que Pérez “no tiene derecho a ninguna indemnización” pues "nunca trabajó en El Siglo", y que “sólo en julio de 2001 se le empezó a encomendar ciertos trabajos específicos, como artículos de ciertas materias por los cuales se le pagaba una vez al mes…”. Estos dichos ante el tribunal contradicen la explicación anterior.

    Según Arnaldo Pérez y su abogado Cristián Hidalgo, asesor legal de la CUT Zonal Oeste y la Coordinadora Cerrillos-Maipú, El Siglo no ha cumplido con varias exigencias necesarias para despedir a un trabajador, adeudando pagos por varios conceptos que pretenden ser desconocidos por los directivos y administrativos del periódico. Los antecedentes se encuentran en manos de los Tribunales de Justicia y serán éstos los que dirimirán quién tiene la razón.

    Arnaldo Pérez, señala: “No existe otro camino para que un trabajador pueda hacer valer sus escasos derechos laborales. La justicia laboral es lenta, pero en muchas ocasiones los derechos de los trabajadores son respetados, aunque es completamente posible que las empresas dilaten los juicios y ejerzan sus influencias para tratar de amañarlos y esconder la verdad de las precarias relaciones laborales y las violaciones a los derechos de los trabajadores”. Agrega: “El Siglo señaló que mi despido se debe a ‘razones económicas’ y a un ‘proceso de reestructuración’. Están en su completo derecho ‘reestructurar’ como les plazca, pero no pueden violar los derechos de los demás. Hoy dicen que ‘no trabajaba ahí’ pero que ‘me pagaban una vez al mes’. Son demasiadas las contradicciones que la propia gente puede juzgar. Yo no creo esa versión porque fui despedido apenas cinco días después de publicar un artículo que criticaba abiertamente las prácticas antisindicales en la CUT, en donde han ocurrido despidos, no pago de sueldos y no pago de cotizaciones previsionales que afectan a decenas de trabajadores de la multisindical, incluyendo a Marco Brull, quien perdiera un ojo por defender a Arturo Martínez durante la concentración del 1º de Mayo de 2002. Según la Ley Bustos, ningún trabajador debe ser despedido si sus pagos no están al día”.

    Cristián Hidalgo, señala: “El Semanario El Siglo como empleador está violando el Artículo 7º del Código del Trabajo por cuanto ha tenido un gran número de trabajadores, incluyendo en este caso al trabajador despedido, durante largos años en una relación laboral que no está escriturada. No ha cancelado cotizaciones previsionales y de salud de sus trabajadores y, asimismo, al momento de despedir incumplió el inciso 5º del Artículo 162 del Código del Trabajo conocido como ‘Ley Bustos’, que prohíbe expresamente al empleador despedir cuando no se han enterado y pagado en las AFP las cotizaciones previsionales. El despido, además, es injustificado e improcedente por cuanto no se cumplió con el requisito de ‘aviso previo’, ni se indemnizó sustitutivamente por no avisar previamente con un mes de antelación. Asimismo, no se invocó ‘causa legal’, ni se cumplió con las formalidades de haber entregado una carta al trabajador señalando la causa legal que motivaba su despido”.

    Entre las muestras de solidaridad recibidas por Arnaldo Pérez está la del padre Alfonso Baeza, vicario episcopal de la Pastoral Social, quien en una carta le señala: “Estimado Arnaldo: Con sorpresa y pena recibí la noticia de tu despido en El Siglo. Te felicito y agradezco tu valentía y coherencia para defender los derechos humanos y particularmente de los trabajadores. Lamentablemente las actitudes antisindicales y el desconocimiento de los derechos laborales son algo transversal en nuestra sociedad, por eso se dan incluso en personas e instituciones que generalmente defienden los derechos de los trabajadores, pero que no los respetan cuando estos derechos son considerados como contrarios a sus intereses. Espero que puedas seguir trabajando en la tarea de promover y defender los derechos de los empobrecidos y excluidos en nuestra sociedad”.

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